Los berros son el vegetal verde más antiguo que conoce el hombre y para relatar sus distintos usos nos podemos remontar a los persas, los griegos o los romanos. De hecho, una famosa crónica persa aconseja alimentar a los niños con berros para fortalecer su cuerpo y su crecimiento. También lo recomienda para los soldados griegos y persas de aquellos tiempos.
Aunque aquella gente no tenía el conocimiento de las propiedades de los minerales y las vitaminas ni los conocimientos para saber cómo de ricos son los berros en este sentido, sí notaban que sus soldados se encontraban en mejores condiciones cuando ingerían este vegetal como parte de sus dietas. Lo más normal en aquellos tiempos era comerlos con aceite y vinagre.
Cuando Hipócrates fundó su primer hospital en la isla de Kos en el 400 a.C. ya cultivaba berros en primavera para tratar los desórdenes sanguíneos de sus pacientes.
Se conoce que la primera plantación de berros se constituyó en Alemania allá por el s. XVI. Los ingleses, pero, empezaron con ellos en 1800. Un inglés fundó una granja cerca de Londres, lo que atrajo la atención de los consumidores hacia el berro, como producto agrícola e hizo crecer su demanda para ensaladas. Y así es como se popularizó.
El herbolario John Gerard ensalzó al berro como un anti-escorbuto (remedio para el escorbuto) ya en 1636. Sin duda, en esos días, era mucho más fácil de conseguir que las naranjas, una extravagancia de importación.
Según el libro James Cook y la Conquista del escorbuto, el capitán James Cook fue capaz de dar la vuelta al mundo tres veces, debido en parte, al uso del berro en las dietas de sus marineros, lo cual les previno de esta enfermedad. Además, el berro se registra como parte del menú de la primera Acción de Gracias que tuvo lugar con los peregrinos y los indios americanos
Allá donde hay documentos históricos que relatan la existencia del berro, lo común es comerse las hojas más tiernas, sin la rama, junto a otras lechugas y ensaladas y como guarnición en platos fríos y calientes. Por ejemplo, los franceses son conocidos por su deliciosa sopa espesa a base de patatas y berros, Potage Cressionniere. Esto se suele servir caliente, aunque también es delicioso servido frío. Podéis encontrar una receta de lo más parecido aquí.
Los ingleses son famosos, por supuesto, por popularizar los sándwiches de berros. Hoy en día los berros en Reino Unido es un ingrediente de lo más frecuente y aparece a diario en los tés e infusiones cotidianas de las familias.
Los italianos también aportaron su granito de arena mediante la adición de ramitas de berros a su minestrone y otras sopas de verduras ricas y abundantes. Los chinos han utilizado durante mucho tiempo sprays berro en su sopa de huevo, su sopa de wonton y, por supuesto, en su sopa de berros.