Sus propiedades curativas se usan desde la antigüedad; varios estudios llevados a cabo en América constataron que esta planta posee la capacidad de eliminar las toxinas del tabaco y prevenir el cáncer de pulmón. Esto es debido a unas sustancias presentes en la planta llamados glucosinolatos, que previenen el desarrollo de células cancerosas.
Además del cáncer de pulmón previenen el cáncer en tiroides, recto, colon o vejiga, gracias a estos componentes que inhiben otra serie de enzimas.
Su capacidad de prevenir el cáncer, no sólo se deben a los glucosinolatos, sino a su contenido de provitamina A, en forma de betacarotenos, vitamina C y rutina. Es más, debido a la presencia de la vitamina A, previene la s enfermedades oculares como las cataratas o la ceguera nocturna y mantiene en buen estado la piel. También posee un excelente poder antioxidante, gracias a su elevado contenido en vitamina C y E; y son ricos en calcio, fósforo y magnesio, que ayudan a mantener sanos y fuertes todos los huesos y dientes.
Paralelamente, el profesor Graham Packham, de la Universidad Southampton del Reino Unido, realizó un estudio en el que observó que consumir berros interfiere con uno de los pasos relacionados con el desarrollo del cáncer de pecho. Dijo que no es una cura, pero que puede prevenir la enfermedad. Encontraron que el extracto de berros era efectivo controlando células cancerosas en los experimentos de laboratorio. Posteriormente lo probaron en mujeres con esta enfermedad y observaron que una ración del tamaño de una taza de cereal, bloqueaba efectivamente la proliferación de células cancerosas. (más info: http://www.buenastareas.com/ensayos/Comer-Berro-Puede-Prevenir-El-Cancer/1984764.html)